Hay muchos métodos de entrenamiento. Todos tenemos claro que para que el músculo crezca, primero debemos romper microfibrillas, y que en la reparación de las mismas será en la que se produzca un aumento de volumen. Hoy os hablamos del sistema de entrenamiento superlento implica la realización de repeticiones muy lentas que varían de 20 a 60 segundos por repetición. Sus defensores aseveran que la mayor cantidad de tiempo que el músculo está “bajo tensión” potencia el desarrollo de su fuerza. Hasta la fecha se dispone de pocos datos que respalden esta teoría
La cantidad de fuerza que un músculo puede producir disminuye de manera notable con el tiempo (cuanto más tiempo sostengamos un peso, más le costará a nuestro músculo soportar el esfuerzo); para mover un peso lentamente se debe reducir de manera significativa la resistencia que se usa, lo que a su vez determina el reclutamiento de más fibras musculares para la tolerancia. El uso de las series superlentas parece tener cierta eficacia potencial en el desarrollo de tolerancia muscular de baja velocidad.
Este sistema de entrenamiento de resistencia es habitual en ejercicios de articulaciones aisladas o en máquina en los que el movimiento puede controlarse a lo largo de la amplitud de movimiento. Por lo general se realizan series superlentas durante una o dos series en una sesión completa de ejercicios. La resistencia varía según el nivel de acondicionamiento de la tolerancia muscular de una persona; por consiguiente, no se relaciona con la resistencia usada para una repetición a la velocidad normal. A medida que aumenta el tiempo de la repetición disminuye la cantidad de resistencia que se puede levantar.
En consecuencia, cada punto en la amplitud de movimiento recibe menos que el estímulo óptimo de fuerza.
Bibliografía:
- Brown, L.E., (2008). Entrenamiento de la fuerza. Editorial médica Panamericana.
