La mayoría de la gente teme la palabra dieta, creyendo que solo se refiere a comer verdura, pasar hambre, hartarse de hacer ejercicio… por ello el descubrimiento de la dieta flexible ha creado una revolución de opiniones y críticas, pues es una dieta que permite comer todo tipo de alimentos. Esto hace que dietas restrictivas, se vean en decadencia al lado de IIFYM, y por consiguiente esta última no sea tomada del todo en serio.
IIFYM
Las siglas, corresponden a las palabras en inglés If It Fits Your Macros, traducido Si Se Ajusta a Tus Macronutrientes. En otras palabras, para los defensores de la dieta flexible, una Kcal tan solo es una Kcal, no importa su procedencia (aunque siempre es preferible que la procedencia sea de calidad, como por ejemplo los carbohidrados procedentes del arroz). Esto significa, que se pueden introducir alimentos que en dietas restrictivas no se podría, como por ejemplo fruta (por su alto contenido en glucosa), pan, carnes, pescados… Para ello, se debe saber cuál es el índice de ingesta diaria recomendada que corresponde a la persona en concreto, basándose en su peso, altura, edad, actividad física diaria y metabolismo. Existen aplicaciones para dispositivos o incluso páginas web, que crean una estimación de tal ingesta anteriormente mencionada, aunque lo más recomendable sería acudir a un nutricionista.
REPARTO DE MACRONUTRIENTES
Una vez se sabe el número de Kcalorias diarias recomendadas, se necesita hacer el reparto de macronutrientes. Los alimentos están compuestos por los micronutrientes (vitaminas y minerales), por macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), y fibra alimentaria. Por tanto, el reparto correspondería a los hidratos de carbono, proteínas, y grasas. Los hidratos por cada gramo contienen 4 kcal; las proteínas 4 kacl/g; las grasas 9 kcal/g. Dependiendo del objetivo del sujeto (subir/bajar/mantenerse de peso), se establecerán unos macronutrientes, elevando los hidratos y si se quiere subir de peso, o bajándolos si se quiere conseguir lo contrario. El reparto también depende de las características de cada persona. Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo como referencia: Una persona que mide 180 cm, pesa 80 kg, y que necesita conseguir 3000 kcal para mantenerse en su peso. Se empezaría multiplicando su peso por 1,5-2,5, y se obtendría el total de gramos de proteínas, los cuales se multiplican por 4 para obtener el total de kcal que le aportarán las proteínas. Se continuaría multiplicando su peso, por 0,8-1,4 y se obtendría el total de gramos de grasas, los cuales s emultiplican por 9 para saber las kcal que le aportarán las grasas. Ahora, se sumarían el total de kcal tanto de proteínas como de grasas, y el total se le restaría al total de kcal del individuo, obteniendo así el total de kcal que le aportarán los hidratos, las cuales se dividen entre 4, para obtener el total de gramos de hidratos.
Una vez sabido el reparto de macronutrientes, la dieta se basaría en cuadrarlos según el aporte que de cada alimento. Si por ejemplo un día se pasan las grasas por 22g, al día siguiente del total de grasas que se tendrían que digerir, se le resta 22, para así cuadrar el exceso del día anterior. Esto permite a los seguidores de esta dieta, poder darse caprichos alimentarios siempre y cuando después se cuadren los excesos. La base de la dieta flexible, es que da igual si las kcal las aportan las grasas, o las proteínas, o los hidratos, pues lo importante, es no pasarse o llegar al número de kcal que se haya recomendado.
Ello no significa disminuir los alimentos con micronutrientes y fibra, como las verduras, ni alimentarse solo a base de pizzas y comida basura. Hay quienes lo llevan al extremo, como la famosa dieta de Michael Phelps, altamente calórica debido a sus necesidades como deportista, para lo cual recurría a pizzas, pasta, sanwiches, bocadillos, etc, y hay quienes restringen todo tipo de alimentos «complejos», como frutas, pan… Lo correcto, sería un término medio, en el que la presencia de micronutrientes sea elevada, fibra adecuada, y nutrientes procedentes de alimentos de calidad, aunque siempre sea posible darse un pequeño capricho (no confundir con cheat meal o comida trampa). Siempre habrá quienes prefieran el método clásico de comer limpio continuamente, pero cada vez, los estudios confirman la efectividad de la dieta flexible, y su posibilidad como estilo de vida saludable.