
Es importante recalcar que no hay una rutina definida de calentamiento previo, pero puedes empezar con alguna actividad cardiovascular (trotar, caminadora, elíptica o brincar la cuerda) que vaya aumentando de intensidad leve a moderada y que no rebase los 10 minutos. Esto con la finalidad de empezar a calentar todo tu cuerpo.
A continuación, comienza con algo de actividad de fuerza muy leve, adaptada a la parte del cuerpo que te toque entrenar. Por ejemplo, si vas a entrenar el tren superior, unas 3 o 4 series de 10 repeticiones en press banca, solo con barra o un peso muy ligero, son ideales. Si te tocase entrenar piernas, unas 3 0 4 series de sentadillas o zancadas de 10 a 12 repeticiones sin peso, son recomendables.
Es importante que los ejercicios no sean complicados ni muy intensos y que los incluyas dentro de tu tiempo de entrenamiento. El calentamiento te ayudará a activar tus músculos, habrá mejor irrigación de sangre a tu cuerpo y le envías la señal a tu cerebro de que el cuerpo va a entrar en actividad física vigorosa. De lo contrario, tu organismo entrará en un estado de estrés, tus músculos estarán tensos y no obtendrás el máximo rendimiento que buscas.



