¿Cuántas veces te has propuesto bajar de peso, mejorar tu estado físico y sentirte más saludable? Casi seguro que al menos, una vez cada Año Nuevo, junto con esos propósitos que luego terminan en vanos intentos por mejorar nuestra persona. Pues bien, ha llegado el momento de dejar de lado los intentos fracasados, las excusas y empezar a poner medios reales para conseguir vuestro fin: ¡Ponerse en forma!
Si algo se puede comprobar a lo largo de la vida, es que todos, y es incluye hasta a «los más perfectos», tienen algún tipo de inseguridad en sí mismos. Forma parte de nuestra naturaleza y es algo contra lo que no debemos pretender luchar, sino mejorar cada día para ganar en confianza y seguridad.
Ésta será entonces nuestra tarea pendiente, mejorar día a día y que sea fruto de nuestra dedicación y sacrificio. ¿Y cómo lo hacemos? ¿Cómo cambiamos nuestros hábitos? ¿Cómo reeducar nuestro cuerpo y mente? Pues la respuesta es sencilla y se encuentra en vuestro interior: motivación y constancia.
Si algo debéis tener claro a la hora de empezar a cambiar vuestro cuerpo, es que primero debéis cambiar vuestra manera de pensar. Si decidís comenzar una dieta o entrenamiento, tenéis que aceptar que engañar a vuestro cuerpo es engañaros a vosotras mismos. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que no debe haber excepciones, no debe haber deslices ni momentos en que aparezca la temida frase de «un día es un día». Intentaremos cambiarla por otra mucho mas productiva y esperanzadora: «en momentos de flaqueza, fuerza de voluntad«. Aquí es donde entra en juego el compromiso con vuestra meta, meta que no debéis perder de vista a lo largo de todo el proceso.
Una vez tengamos claros nuestros objetivos, sólo nos queda empezar a hacerlos realidad. Para esto es importante que toméis este reto personal sin miedos; no debéis verlo como un castigo ni como algo desagradable, si no como algo que puede ser muy divertido si se enfoca adecuadamente. Perder peso y ponerse en forma es algo mucho más fácil de lo que se acostumbra a pensar, y una vez conseguido, la sensación es también mucho más gratificante de lo que podáis imaginar.
Los pequeños cambios en vuestros hábitos cotidianos serán los que os lleven al éxito, así que recordad, trabajad sobre vuestra fuerza interior y preparaos para afrontar este desafío personal.
