A lo largo de la historia, se ha investigado y clasificado los diferentes tipos de constitución física (tipologías físicas) que poseemos los seres humanos.
Conocer a qué tipo de estructura física pertenecemos o somos afines, nos ayudará a guiarnos para llegar a nuestro objetivo físico más rápido, ya que sabremos cuáles son nuestros eslabones débiles y, de igual forma, podremos identificar nuestras potencialidades físicas.
En varias ocasiones observas o tienes al amigo “flaco” que come de todo y no engorda, o, al tipo “normal” que no puede dejar de hacer ejercicio porque su ganancia de peso se verá favorecida en el acto.
De acuerdo a William Shelman, psicólogo de la Universidad de Harvard y autor del libro “The varieties of human physique” formuló que hay tres tipos comunes de forma física.
ENDOMORFO
- Cuerpo blando y flácido, piel suave.
- Músculos poco desarrollados.
- Perfiles redondeados.
- Sistema digestivo subdesarrollado.
- Dificultad para perder peso.
MESOMORFO
- Cuerpo robusto y musculoso.
- Apariencia excesivamente madura.
- Forma rectangular.
- Piel gruesa.
- Postura erguida.
ECTOMORFO
- Delgado y alto.
- Pecho plano.
- Ligeramente musculoso.
- Apariencia juvenil.
- Hombros encorvados.
- Cráneo grande en proporción al cuerpo.
AsImismo, Sheldon sugirió en los diferentes estudios que estos son los cimientos del cuerpo, que varían por cada persona, y que en la mayoría de los casos encontramos un equilibrio entre ellos en nuestras constituciones físicas. Es decir, que podemos tener cualidades y afinidades de cada una de estas tipologías previamente estudiadas. ¿Y tú a cuál perteneces?
