La natación es un deporte muy completo, ya que además de trabajar multitud de músculos de nuestro cuerpo, tiene muchos beneficios para nuestra salud, como mejorar nuestra postura, ayudar en temas relacionados con la espalda y sobretodo como deporte aeróbico, ayudándote a quemar grasa.
Pero nadar no es tan sencillo como parece. Los profesionales se lanzan al agua y hacen que nadar parezca un deporte muy sencillo. Nada más lejos de la realidad. La natación, a diferencia del atletismo o del ciclismo, requiere de una gran parte técnica para ser realizada correctamente. Si tenemos una mínima idea de flotar en el agua y de pegar patadas y brazadas a lo loco, sí podremos nadar, pero no será una natación eficiente, ni rápida.
Además, si no tenemos una técnica mínima a la hora de nadar, por muchos metros que hagamos en la piscina o en el mar no avanzaremos nada, ya que simplemente nos estaremos cansando mucho y contribuyendo a que nos lesionemos debido a los movimientos antinaturales realizados bajo del agua. Por tanto, muchos de los entrenamientos que estemos haciendo no tendrán efectividad.
Para nadar lo primero que necesitamos es saber flotar. Aunque parezca sencillo, flotar bien y mantener una buena postura en el agua es muy importante. De aquí podemos sacar el segundo punto importante de la natación: saber arrastrar el agua y deslizarse. Esto es esencial ya que si hacemos mucha fuerza cuando damos una brazada pero no arrastramos agua suficiente, el avance que realicemos será mínimo. Una vez dominemos este punto tenemos que procurar mantener una buena postura y deslizar fluidamente. Por tanto, debemos adoptar una posición hidrodinámica para deslizarnos fácilmente y avanzar en el agua.
Y ahora la pregunta que muchos os estaréis haciendo ¿cómo puedo aprender a hacer todo eso? . Más de uno se “auto-respondería” “Si nado mucho al final todo eso por el tiempo acabaré haciéndolo bien”. ¡NO! No es muy probable de que eso suceda. Existen casos excepcionales de gente cuyo cuerpo se adapta al agua y no les hace falta apenas hacer técnica de natación (aún así hacen ejercicios de técnica para perfeccionarla lo máximo posible). Pero la inmensa mayoría de nosotros no somos esas personas y necesitamos hacer ejercicios de técnica. A continuación tenéis algunos de ellos.
Crol Punto muerto
Una mano espera a la otra con el brazo estirado delante. Es decir, no tendremos los dos brazos en movimiento a la vez, sino que solo actúa un brazo, y se va alternando el movimiento entre ambos. Hasta que un brazo no termina la brazada el otro no la inicia.
Crol con recobro acuático
Se realiza igual que el nado a crol pero sin sacar los brazos ni las manos del agua. Se realiza la fase acuática de la brazada con normalidad, y una vez el brazo ha llegado a la pierna, en vez de sacar el brazo del agua se flexiona el codo y se estira por dentro del agua hasta llevarlo delante de su hombro para empezar de nuevo la brazada.
Crol Rozando
Se reliza al igual que el crol normal solo que se exagera la perfección del recobro. Se realiza la fase acuática pero cuando sacamos el brazo del agua en el recobro se llevan los dedos rozando el agua hasta hacer otra vez una nueva brazada.
Crol con finales fuertes
Se realiza el nado completamente igual solo que en la última fase del empuje, se hace con fuerza y velocidad. El objetivo de este ejercicio es mejorar esta parte final de la brazada.
Crol con un solo brazo.
Se nada a crol con un brazo quieto y el otro brazo es el que realiza todo el trabajo. Para realizar este ejercicio de forma óptima es recomendable dejar el brazo que no se usa pegado al cuerpo, con la palma de la mano apoyada sobre el muslo.
Éstos son algunos de los muchos ejercicios de técnica de natación que existen.
Podemos saber que estamos mejorando nuestra técnica de natación cuando empecemos a notar que nuestro nado es más fluido y avancemos más con menos brazadas y menos pulsaciones. Éste es el objetivo principal del trabajo de la técnica de natación: realizar con menos esfuerzo la misma distancia y con menor tiempo.