Tenemos en nuestras casas grandes “suplementos” para la salud sin saberlo. En este artículo presentamos al Ajo un excelente alimento que nos ayudará a cuidar nuestro sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
¿Sabías qué el ajo fue usado como medicamento mucho antes que como condimento alimenticio? Pues Sí. En las antiguas escrituras de los egipcios aparece mencionado muchas veces con propiedades cardiopáticas, antitumorales, parasitarias… Incluso el mismo Hipócrates el madre de la medicina lo recomendaba como tratamiento a muchas dolencias.
Fue en 1858 cuando el popular Louis Pasteur evidenció sus propiedades antibióticas, ya que observó como detenía el crecimiento de las bacterias en un cultivo .Es más, en la Segunda Guerra Mundial el propio ejército Ruso llegó a utilizarlo ante las escases de otros antibióticos.
¿Cuáles son sus beneficios?
Regula los niveles de colesterol
Esto es gracias a la alicina que contiene que reduce los niveles de colesterol total y triglicéridos
Previene enfermedades cardiovasculares
Impide que el colesterol se adhiera a las paredes de los grandes vasos sanguíneos provocando así las arterioesclerosis responsables de los derrames cerebrales e infartos del corazón
Disminuye los niveles de hipertensión
Debido a la aliina, alinasa y la alicina que favorecen la circulación sanguínea
Previene el cáncer
Reduce el riesgo de sufrir cáncer de estómago y cáncer colorrectal. Debido a que bloquea la formación de nitrosamina un potente canceroso, que se producen durante la digestión de algunos alimentos.
Estimula el sistema inmunológico
Gracias a sus propiedades antivirales y bactericidas eleva las defensas
¿Con estos beneficios vas a “pasar de él”? Yo no lo haría.
Nota: Consumirlo crudo y en ayunas para favorecer su asimilación.
