Hoy vamos a hablar de algo curioso: ¿cómo afecta el estar enamorados a nuestro entrenamiento?
A muchos os habrá pasado. Conocéis a esa persona especial, y el mundo es algodón de azúcar, tu vida una nube, y el aire parece ser más fresco y revitalizador al ser respirado.
Seguro que también alguna vez habréis sufrido lo contrario: el mundo se vuelve gris y terrible por un tiempo, tras una ruptura, y necesitáis tiempo para sanar y curar las heridas del corazón.
Pero… ¿Qué está ocurriendo realmente en ambos estados?
Empecemos por el amor. Como todos sabemos, la conexión cuerpo-mente es muy importante a la hora de entrenar. En los comienzos sentimos un tembleque a la hora de ejecutar los ejercicios, ya que nuestras terminaciones nerviosas no son capaces de coordinar todas las fibras musculares al mismo tiempo y de forma acompasada.
Quien empieza a entrenar con constancia, moldea su cerebro para mejorar su dominio motriz. Con el amor, ocurre parecido.
Un grupo de científicos investigó cómo las personas enamoradas sufrían cambios en la estructura cerebral, de modo que encontraron que hasta 10 áreas del cerebro se activaban y coordinaban mucho más que en los que estaban solteros o no enamorados. Estas conexiones en la actividad cerebral repercutía en una mayor motivación, entusiasmo, capacidad de redes sociales, o recompensa.
¿El amor nos hace más eficientes? Sí. Las persona enamoradas están más predispuestas a lograr cambios y mejoras, por el aumento de motivación y optimismo.
Ahora bien, ¿qué ocurre en el caso contrario? El desamor.
El primer síntoma es deducible tras leer lo anterior: el cerebro «apaga» de golpe todo lo logrado, ya que era producto de un estado placentero, y la persona entra en las 5 Fases del Duelo de la Separación: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Dependiendo de la capacidad de resiliencia de cada cual, éstas etapas durarán más o menos tiempo.
Lo curioso es que, aunque por norma general las personas se «atascan» más tiempo en la etapa de Depresión, sanando, otros sacan fuerzas de la Ira y Negociación, y ocupan su mente en ser proactivos. Esto quiere decir: como mecanismo de defensa, su cerebro les mantiene ocupados.
Empezar a hacer footing, ejercicio, estudiar más duro, aprender otro idioma, rendir al máximo en el trabajo… Muchos pueden empezar a desarrollar una especie de resiliencia venida de este deseo, una mezcla de venganza y ansia por no repetir el mismo error.
Este artículo no te da nada que puedas aplicar a tu entrenamiento, pero sí esperamos que te ayude a entender cómo funcionamos un poco mejor. Nunca sabemos cuándo esta información puede sernos útil. ¿Tienes pareja y piensas que es cierto? ¿Eres de los que empezaron a hacer ejercicio tras la ruptura? Pues ya ves: no estás solo.