Las mentiras de la pirámide nutricional

Como la mayoría sabe, existe la pirámide nutricional, que es algo tradicional en nuestra sociedad, en la cual se ilustran las investigaciones basadas en el sistema de guía de alimentos desarrolladas por organismos oficiales y apoyadas por el Ministerio de Sanidad. Esta pirámide está basada en lo que comen los ciudadanos, así como cuales son las mejores opciones para las personas.

La pirámide sirve de asesoramiento para que comer cada día, ofrece unas opciones para llevar una dieta dentro de lo posible saludable. Se buscó los alimentos que los ciudadanos comían y así ajustar esta pirámide, un pequeño paso para que la gente coma y se sienta mejor.

Una vez explicado en que consiste esta pirámide, voy a indicar algunas incongruencias:

– El pan, es la base de todas las bases, es decir, el alimento más necesario para nuestra alimentación, atendiendo a la pirámide debería comerse en cada comida. En cuanto los ingredientes que suele tener el pan blanco (porque indica pan, o sea, pan blanco entiendo): Harina, agua, levadura, sal, aceite y en algunos casos azúcar. De los ingredientes que se utilizan no veo ningún tipo de vitaminas ni antioxidantes pero es «muy recomendable». Y como se refleja, este alimento se debe comer en todas las comidas, por delante de las propias verduras y hortalizas.

– La carne y pescado, es verdad que las carnes magras (ternera, cerdo, etc) no se recomiendan tomarlas todos los días, pero las carnes blancas y el pescado (ya no hablar del pescado azul) son beneficiosos para la salud pues nos proporcionan aminoácidos esenciales al descomponerse estas. Pues en nuestra «gran pirámide» se recomienda tomar de 3-5 veces por semana, algo no entendible porque las proteínas debemos consumirlas todos los días  y sobretodo si es una persona deportista, para evitar la degradación muscular. La verdad veo difícil llegar a las necesidades de proteínas si no se consume carne (sin contar batido de whey).

– Las grasas, en cuanto a las grasas solo se aprecia el consumo de aceite de oliva, el aceite de oliva es muy beneficioso para la salud contiene grasas monoinsaturadas, que son grasas saludables, asociadas a un menor riesgo de enfermedad coronaria, y es rico en vitamina E, A, D y K. Pero no todas las grasas deben de ser procedentes del aceite de oliva, pues disponemos de mucha variedad de grasas saludables y no se ponen, como pueden ser los frutos secos, las semillas de lino o la grasa de los pescados azules, altos en omega 3 (muy escaso el consumo en nuestra sociedad).

– Las verduras y frutas, las verduras sí deberían ocupar la base de la pirámide, en especial verduras que destaquen por su alto contenido en fibra, además si no fuera por las verduras y frutas, la ingesta de vitaminas y antioxidantes sería ínfima, algo indispensable para reducir los radicales libres que dañan a nuestro cuerpo causando, en el mejor de los casos, el envejecimiento, y en el peor, graves enfermedades (como el cáncer).

– La pasta, la pasta es una buena fuente de hidratos nadie lo cuestiona, además yo personalmente como pasta en ocasiones, pero hay otras fuentes de hidratos con mayor beneficio que la pasta como puede ser el arroz integral, la avena, la batata o la quinoa. Teniendo además un menor índice glucémico (como lo indico en mi artículo, nos permite que el alimento tarde más en llegar a la sangre y así es más complicado que se almacene como grasa).

Conclusión, esta pirámide intenta ayudar a llevar una «buena» alimentación, quizá también fomentada por las grandes empresas pues la verdura y fruta no se pueden procesar en exceso, y nos intentan vender que lo mejor son alimentos procesados y refinado como el pan. Con lo cual no significa que debamos eliminar el azúcar de forma radical, pues en algunos momentos puntuales se puede permitir un «festín», eso sí, con moderación.