La página web de los Institutos Nacionales de la Salud en EE.UU., nos brinda una definición sencilla acerca de la presión sanguínea: “es la fuerza que se aplica contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea la sangre al cuerpo. La presión está determinada por la fuerza y cantidad de sangre bombeada y el tamaño y flexibilidad de las arterias”. De igual forma, junto con el pulso o frecuencia cardíaca (FC), trabajan en conjunto para el óptimo bombeo de sangre a todo el cuerpo, por medio del músculo cardíaco o corazón.
En un artículo anterior se mencionó los diferentes factores externos que hacen variar a nuestra frecuencia cardíaca; de igual manera , la presión sanguínea se verá alterada por diferentes factores externos que nos pueden arrojar datos erróneos al momento de su medición. Por lo tanto, Medline Plus nos aconseja tener en cuentas estos requisitos antes de practicarnos la lectura de la tensión.
- Descanse o repose cinco minutos antes de su medición.
- No haber ingerido cafeína o productos relativos a ella, como por ejemplo: energizantes, tés, quemadores de grasas.
- No haber consumido ningún producto relativo al tabaco, por lo menos 30 minutos antes.
- Tomar dos o tres lecturas, con intervalos de un minuto de pausa para cerciorarse de un buen resultado.
En lo referente a los resultados, este examen arroja dos datos o números, que siendo el primero: presión sanguínea sistólica, mide la presión a medida que el corazón expulsa la sangre; y, como segundo indicador: la presión sanguínea diastólica, mide la presión cuando el corazón se relaja y se prepara para el siguiente bombeo. La media de los resultados puede estar entre 120/80 mm HG o inferior.
- 120 = presión sanguínea sistólica (expulsa la sangre).
- 80 = presión sanguínea diastólica (relaja y próxima al siguiente bombeo).
Además, cuando la presión arterial se encuentra arriba de 120/80 mm HG, pero inferior a 140/90 mm HG, esto se denomina prehipertensión. Llegando a ser hipertensión una medida superior a 145/95 mm HG.
Esto nos da a entender que es conveniente conocer su medición y posterior resultado para estar al tanto de nuestra salud cardiovascular. Ya que, la tensión —como es conocida popularmente— es uno de los indicadores de nuestros signos vitales a la par del pulso o FC.
Es muy frecuente que yendo a centros comerciales, tiendas naturistas o farmacias, nos encontremos con novedosos aparatos que nos ayudan a medir la tensión, pero en Rincón del Músculo te recomendamos que la mejor opción es visitar a tu médico, incluso, si posees un tensiómetro casero, es mejor acudir a la supervisión de un profesional de la salud.