¡Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino¡ ¿No? A veces, más de lo que pensamos. Uno de los cigarros que más disfrutan los fumadores, es el que viene después de las comidas y un detalle interesante es que, entre más comida se haya ingerido, más se disfruta del cigarro.
Desde luego que el cigarro no tiene propiedades digestivas pero de alguna manera, causa una sensación de placer a aquel fumador que ha realizado una comida copiosa. La primera regla que debes tener en cuenta si dejas de fumar es realizar las comidas más ligeras, de esta forma no echarás tanto de menos el cigarro que viene tras la misma.
Por otra parte mantenerse lejos de los dulces es importante. Según parece, las sustancias inhaladas aumentan artificialmente el nivel de glucosa en la sangre por lo que al dejar de fumar se siente necesidad de comer dulces. Sea cierto o no esta premisa o bien se produzca por la ansiedad que genera la inhibición, lo mejor será mantenerse alejado de los alimentos dulces y excesivamente calóricos.
Alimentos como la lechuga pueden sernos de utilidad por su poder sedante. También nos vendrá bien aumentar la ingesta de vegetales ya que éstos aportan cantidad de vitaminas y nutrientes que ayudarán a nuestro cuerpo a adaptarse a la nueva situación sin agresivos componentes químicos. Sobre todo será importante seguir estos consejos los primeros 7 días hasta que nuestro cuerpo se haya adaptado y podamos volver a nuestros hábitos normales aunque, a fin de cuentas, son hábitos más que saludables que pueden incluso mantenerse.