Seguro que con el inicio de año has decidido empezar a cambiar de hábitos alimenticios y llevar una dieta saludable para bajar de peso. Pero bien, ¿cómo identificar cuáles son esos malos hábitos que nos impiden llevar a cabo nuestros propósitos?
Aquí te decimos cuáles son los más comunes para que los detectes y puedas corregirlos.
Identifica los malos hábitos alimenticios
- No desayunar y pasar más de 3 horas sin alimento: éste es uno de los errores más comunes. Si lo que quieres es empezar a bajar de peso y acelerar tu metabolismo, debes empezar tu día con un buen desayuno que contenga proteínas, carbohidratos y grasas buenas. Además, esto te llenará de energía para que puedas cumplir con todas las actividades que tu rutina diaria te exige y evitará que sientas necesidad por comer cosas dulces más tarde.
- No beber o beber muy poca agua. El consumo de agua es de vital importancia para que nuestro organismo realice todas sus funciones de manera adecuada. A pesar de lo que muchos creen, beber poca agua no evita que te hinches, ¡todo lo contrario! El nulo consumo de líquido provoca retención, hinchazón y deshidratación. Esto causa ansiedad y nos puede dar una errónea sensación de hambre, que nos hará comer de más. Si te mantienes hidratado, bebiendo 2 litros de agua diariamente, notarás la diferencia. Es importante que si realizas actividad física vigorosa bebas más de 2 litros de agua al día.
- Consumir sal en exceso y sazonadores industrializados: No sólo provocan retención de líquidos sino alta presión. También es causante de la aparición de la molesta celulitis.
- Consumo en exceso de productos light o llamados 0%. En los últimos años se han disparado los casos de diabetes y aumentos de peso a nivel mundial en parte por el consumo excesivo de estos productos, al creer que estos productos están libres de grasas o azúcares. Además, suelen traer más químicos para que la falta de azúcar no altere su sabor. Lo ideal es no depender de estos productos y siempre comprobar la información nutrimental antes de comprarlos.
- Consumo excesivo de carbohidratos simples: creer que los carbohidratos simples, como las frutas, por ser naturales se pueden consumir sin medida es un error que lleva al aumento de peso.
- Dejar de comer o saltarse comidas es otro error muy común. Si dejas de comer o pasas mucho tiempo sin comer, lo que haces es entrar en un estado de estrés en donde tu cuerpo te exigirá comida con más fuerza. Esto hará que tu voluntad flaquee, y acabes comiendo de más, contribuyendo al aumento de peso. Otro efecto que tiene el ayuno prolongado en el cuerpo es la ralentización del metabolismo, ya que tu cuerpo comenzará a almacenar nutrientes para poder tener energía en una «época de hambre». Debes comer balanceadamente y no someter a tu organismo a largos períodos de ayuno. Lo ideal es realizar 5 comidas pequeñas pero balanceadas que contengan todos los nutrientes necesarios.
- Refrescos embotellados, alimentos rápidos o comidas procesadas son parte de la alimentación diaria de la población promedio, contribuyendo a los malos hábitos, lo ideal es evitarlos por completo, pero si esto es muy difícil por el ritmo de vida que llevas empieza por consumirlos sólo una vez por semana, una vez al día.
Como puedes ver, hay una infinidad de malos hábitos alimenticios. Una vez identificados puedes empezar a cambiarlos poco a poco.
Espero que esta pequeña lista te sea de ayuda para lograr tus propósitos de Año Nuevo.